Mallorca - De Santanyi a Es Trenc

Primavera, unos 18º C, un sol radiante, una luz que sólo en las islas del Mediterraneo la puedes encontrar, los campos en tonos verdes después de un invierno muy lluvioso; este es el marco en el que nos hemos movido hoy. Desde Palma hemos recorrido la Mallorca más rural hasta llegar a Santanyi, para terminar en una de las playas más concurridas durante el verano (Es Trenc), pero que en esta época (Semana Santa) estaba prácticamente desierta.

Santanyi
Situado al este de Mallorca lo primero que nos ha llamado la atención de este pueblo es su color: Rojizo. Hemos dejado el coche nada más llegar y nos hemos perdidos paseando por sus calles de casas y edificios de piedra rojiza que, junto a la luz de la isla, trasmite una sensación "muy Mediterranea".
Paseando por sus calles decidimos parar en uno de sus hornos para probar lo más típico de Mallorca en Semana Santa: "Panades y Rubiols" (Empanadas y Rubiols). Una tradición que va pasando de padres a hijos.

Santanyi

Colonia Sant Jordi
Desde Santanyi nos hemos dirigido hasta Es Llombards y desde aquí continuamos por carreteras secundarias hasta llegar a Ses Salines.
Durante todo el camino se me vino a la cabeza la imagen de un libro que leí hace unos meses. Se titulaba "La Casa Veneciana" y parte de la historia se desarrollaba en la isla de Corfú. En él se describía como se vivia en una isla Mediterranea, sin los agobios de la ciudad, con unos colores y una naturaleza que sólo la encuentras en el Mediterraneo y donde el turismo todavía no ha llegado, por lo que puedes disfrutar con tranquilidad de la isla. Así nos sentíamos camino de nuestra siguiente parada.
Al llegar a la Colonia Sant Jordi dejamos el coche cerca del puerto y nos fuimos a andar por playas y calas que se encuentras al este del pueblo. Son playas vírgenes, que cuanto más te alejas de la Colonia de  Sant Jordi, más solitarias y de difícil acceso son. No hay construcciones que rompan el paisaje, sólo mar, playa y vegetación.
La primera playa que te encuentras, es Dolç, es la más frecuentada. Se accede mediante un camino de piedra situado junto a las rocas. Continuamos andando, y tras pasar por unas construcciones que los pescadores utilizaban para dejar sus barcas, llegamos a la playa de Es Carbó.
Se puede seguir andando y durante 7 kilómetros nos vamos encontrando más calas y playas hasta llegar al Faro de Ses Salines.
Nosotros nos volvimos desde la playa de Es Carbó, deshicimos el camino andado y nos fuimos a ver el faro de la Colonia de Sant Jordi, desde donde se puede contemplar la Isla de Cabrera y al oeste la playa de Estrenc, nuestro siguiente destino.

Es Trenc

Es Trenc
Desde la Colonia de Sant Jordi, cogimos dirección Palma y a los pocos kilómetros aparece una carretera a nuestra izquierda que nos llevó hasta el aparcamiento de la playa de Es Trenc (en épocas de veraneo el parking cuesta unos 5 € al día).
Es Trens es uno de los últimos grandes arenales de Mallorca sin urbanizar. Es una gran zona natural formada por la playa, dunas móviles, monte bajo y salobral.
Hacía una tarde estupenda, con una ligera brisa y una agradable temperatura, que invitava a pasear por sus 3,5 km de playa virgen.
Aquí, y casi con la puesta del sol, terminó nuestro día.

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